Barcelona of the Tiger

Pues ea, ya tengo comida, me he duchado, y he marcado territorio. Ya puedo decir que vivo en Barcelona.

Empiezo a describir de dentro a fuera: Mi dormitorio es grande, vivía un americano guarro, por lo que me pasé la mañana del sábado limpiando; y tiene un balcón compartido con el dormitorio de al lado, que da a un patio interior y que cada vez que me asomo me viene a la cabeza West Side Story. 

Mis compañeros son una mujer de alrededor de 40, un italiano petado, su novia francesa, otro italiano normal, que se va, y un español desconocido que no sé cuándo llega. El edificio está en una calle antes dedicada al gremio de los notarios, en el Raval, al principio de las Ramblas; así que es señorial, o lo fue cuando las paredes tenían color y los escalones no estaban hundidos por el medio. Justo en mi edificio vivió un "ilustre compositor catalán", que no logro recordar. Dos números más allá vivió Santiago Ramón y Cajal, y "descubrió la teoría de la neurona". ¡Aquí por lo que se ve le ponen placas a cualquiera!. 

Mi barrio tiene de todo: si se pinta un círculo con r =3 calles, y centro=mi casa, hay 2 tiendas de instrumentos, un luthier, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, tiendas de discos y ropa retro, tiendas de chinos, fruterías de pakistaníes, peluquerías (estas tres en ese orden forman una serie repetida hasta el final de la calle), una librería de dos plantas, el Mercado de la Boquería...

Mi barrio

Mi barrio

Mi barrio

Después de hacer el reconocimiento por mi barrio me fui a dar una vuelta aleatoria. La sensación de soledad es mayor cuanta más gente hay alrededor. Tanta gente con la que cruzas la mirada que ni te dicen buenos días, ni quieres, porque total, ni sabes quienes son ni los volverás a ver. Así que estoy aprendiendo a andar mirando sobre las cabezas de la gente, tan harta estoy ya de mirar espaldas y calvas desconocidas. Como andar cansa me senté en un banco individual de esos modernos, que había en las Ramblas. El viejo del banco individual de mi izquierda tenía un piercing y estaba lleno de tatuajes, de los que sólo logré descubrir el dibujo de uno: el Pinocho de Disney. 

El Tibidabo al fondo

Las Ramblas

Más o menos ya tengo las posiciones de los puntos importantes cogidas, el siguiente paso es el nombre de las calles famosas y de las paradas del metro. Pero eso la semana que viene.