domingo, 5 de agosto de 2012

El paseo marítimo - Historia II



 El sábado, me fui a dar una vuelta por el Raval profundo. Es mucho más pobre que la parte donde yo vivo. Hay más edificios con okupas y más inmigrantes, que suelen ser Pakistaníes. Tienen también una Rambla, donde hay bares y es agradable. Saliendo del barrio en dirección a Sant Antoni, que es la calle que rodea el casco antiguo está el mercado. Lo están rehabilitando y es más bonito que el de la Boquería (o debió serlo). 

Después de salir del laboratorio, por la tarde, me fui andando paseo marítimo adelante, hacia el noreste. Las playas de Barcelona ciudad son de arena de obra, mancha y se levanta polvo siempre, están divididas por cubos de hormigón que forma calitas. La primera playa, la playa de Sant Sebastià, donde está una de las torres del teleférico, y la siguiente, Barceloneta, son las más visitadas. Hay bares bajo el paseo marítimo y redes de voleyball. Justo ahí está el centro de investigación donde trabajo. 



Después está el Puerto Olímpico y más adelante la playa del Bogatell, del barrio Poblenou. Las demás ni me las sé ni vienen a cuento.


 

El Poblenou es un barrio que acumuló gran cantidad de industrias durante la Revolución Industrial tardía. Quedan algunos edificios que fueron fábricas, de esos de ladrillo rojo, y están rehabilitados como viviendas, o para otro uso. También quedan bastantes chimeneas gigantescas por el barrio y alrededores. Ahora es un barrio normal, de contrastes, con sus edificios modernos y sus descampados, incluso con su propia Rambla también. 




Para volver a casa cogí el metro y me bajé en el Ensanche, por encima de la Gran Via de les Corts Catalans. El Ensanche (Eixample) se empezó a construir a finales del s. XIX, alrededor de los 70-80. Es la zona de calles en caudrícula que rellena el espacio entre el casco histórico y los barrios periféricos como Sants o Gràcia. Éstos barrios antes eran municipios, que se agregaron a la capital en la época del Ensanche.  


Los edificios aquí son modernistas, pero no tan exagerados como los Gaudí. Los tonos son grisáceos, y puesto que los edificios que están recién pintados tienen ese mismo color, me hace pensar que originalmente eran así y no es polvo y contaminación. El Paseo de Gràcia es la calle más señorial, junto con la Vía Laietana (que no es del Ensanche pero es la primera que ví y que me produjo esta sensación). Impresiona bastante ver unos edificios tan enormes con una decoración tan enrevesada. La gente que pasea aquí es más pija. No la recorrí entera, sino que bajé a mi casa a cenar y dormir.



1 comentario:

  1. Joe, esto me da ganas de mudarme a un edificio de techos altos de esa zona, con grandes ventanas, en un piso más bien alto, para poner mi habitación en esa habitación que da a la calle, y con la polaroid que me voy a comprar, hacer vida de la nada.

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